sábado, 31 de octubre de 2009

A pesar de todo...

Por nuestras bocas sólo sale una palabra: decepción...

Él estaba enamorado de mi amiga, una chica muy alegre y feliz a la que nunca se le hubiera pasado por la cabeza haberse fijado en él como novio. Él también era mi amigo. Le quise ayudar a hablar con ella, y lo hice, en contra de cualquier consejo siempre recibido: "no te metas en problemas agenos". Ayer hablaron por fin y hoy este chico no quiere ver la luz del sol, está triste, desanimado y con el corazón roto. Ahora sólo piensa en la decepción.

Aquella mujer estaba harta, después de una separación problemática su ex-marido no la dejaba en paz. Con cualquier pretexto el volvía a meter a la justicia en medio de su ya acabada relación. Ahora están tramitando el divorcio. "Jurais amaros y respetaros durante el resto de vuestras vidas" "Sí, lo juramos" ¿dónde se quedó aquel juramento? Ella lo piensa, él lo piensa y yo, que desgraciadamente estoy en medio, lo pienso también. Cuando veo estos problemas, este odio y rencor tan potentes sólo puedo usar una palabra: decepción.

Ya no siento lo mismo por aquel chico, todavía sigue siendo diferente de los demás, pero ya no es igual. Gracias a su vergüenza al hablar conmigo ese sentimiento tan vivo que yo sentía está empezando a morir. Siento que el desengaño se acerca, se acerca como un viento silencioso, con miedo de hacer mucho ruido por si le queremos parar, pero yo lo noto. "Nunca te preocupes por alguien que a penas lo hace por ti", esto me dijo una amiga, "nunca le des algo que sabes que no vas a recibir"... Mi corazón se resistía a creerlo, él parecía muy diferente, pero parece que no lo era tanto como yo quería creer.... ¿Decepción amorosa? No lo creo, simplemente un obstáculo que mi corazón puede superar.

¿Mi vida es una decepción? Puede ser que en el fondo lo sea, que ni yo misma sepa lo que de verdad siento ni lo que de verdad soy, pero tengo buenas noticias: me levanto de la cama todos los días pensando: "tengo una hora de camino hasta llegar a la universidad y son las 6:15 de la mañana y yo me estoy despertando" pero a pesar de todo lo hago feliz. Cuando sigo pensando y me doy cuenta de que hago lo que amo, estudio lo que me gusta, digo lo que pienso sin importarme las consecuencias, soy valiente y no me importa enfrentarme con el león si lo creo justo...
A pesar de todo soy feliz y disfruto con cada pequeña cosa que me llena de orgullo y satisfacción...

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