martes, 30 de marzo de 2010

Aún no es tarde para tomar una decisión...

Hasta ahora pensé que las dudas se habían acabado, que ya conocía cuales eran mis intereses, hacia dónde iba encaminada y que mi corazón y yo habíamos llegado a un acuerdo que ninguno iba a romper... Pero no es cierto... Después de un largo tiempo de estabilidad psicológica llegan las dudas, y con ellas la necesidad de escribir...
Decidí facultad por un sueño, sueño en el sentido biológico de la palabra, y ahora me estoy viendo encaminada a cambiarla por un pensamiento. El sueño es inconsciente y el pensamiento consciente, pero, ¿eso significa que tenemos que hacer más caso al sueño que al pensamiento? En el inconsciente se guardan cosas de las que nosotros no tenemos constancia (como Nietzse empezó a defender), por lo tanto no deberíamos guiarnos demasiado por él. Una persona racional no lo haría. No, no porque a lo mejor no muestra nuestros verdaderos deseos. Los sueños son solamente sueños. Soy una persona racional, debo pensar, debo tomar una decisión, debo de acabar con la batalla...
Ganó el inconsciente.
Sí que me dejo guiar por los sueños, ¿significa eso que debo seguir donde estoy? Que difícil es tomar una decisión que ya debería estar tomada. Y que, en realidad, lo estuvo, sólo que ahora aparecieron las dudas, dudas que ya creí olvidadas, dudas aparecidas en el momento menos adecuado...
¿La cabeza o el corazón? ¿Pensamientos o emociones? ¿Razón o corazón? Preguntas sin respuesta. Preguntas que todos nos hemos hecho alguna vez. Preguntas adecuadas a cualquier problema... Preguntas que pueden dar más de una sabia solución...